lunes, 31 de marzo de 2008

Y...largamos nomás

Y si, el día tenia que llegar, y mañana es pues, el día donde las puertas serán abiertas nuevamente al 3º año de facultad o 2º año de carrera, como ustedes prefieran, en mi bendita segunda casa, la querida y amada "Ciudad Universitaria". Con pilas renovadas "en teoría", y después de unas extensas y deliciosas vacaciones le darle la bienvenida nuevamente a un año embebido de entregas, estudio, presiones, stress, intentos de tirar todo al c#rajo, trenes subtes y colectivos perdidos, llegadas tarde, entregas al filo de la muerte, lamentos, puteadas, malos impresos, ojeras, sueño, cansancio, bajones, cafiaspirinas + coca cola, excusas, puteadas con el poli por las impresiones, montadas a ultimo momento, aumentos del bondi, profesores que se hacen los giles y no van, por lo tanto...garrones en los eternos viajes pensativos de hora y media al pedo para llegar y volverse a pesar de todo con una sonrisa anhelando la cama todavía calentita, esas pocas horas que la pc pide para descansar aunque sea 2 seg apagada en todo el mes mientras estamos en los talleres de la fadu ya pensando a full que propuestas vamos a traer la próxima clase, amigos, chistes, sonrisas, encuentros, "picnics talleristicos", anécdotas de gente desconocida y gente por conocer, nervios extremos esperando un nivel o nivel + que te den una mínima razón para seguir adelante y no bajonearte, búsqueda de tener media carrera metida y esos sueños de que en poco tiempo o valla a saber uno cuando decir wow, soy diseñador grafico (L)


Mañana es ese día, donde todos los que vivimos esto podemos levantarnos y afortunadamente decir, amo mi carrera.

Historia de un beso

Ella se hace la distraída. Él junta fuerzas en un vaso. Ella habla con una amiga, y mira de vez en cuando. Él se acerca. Ella hace lugar. Él, se sienta a su lado. Ella se acomoda el pelo. Él habla. Ella asiente. Él se acerca. Ella mira sus labios. Él, pasa una mano por sus hombros. Ella ríe. Él le susurra algo al oído. Ella niega con la cabeza. Él acerca su boca. Ella, gira el cuello y mira hacia otro lado. Él susurra algo más. Ella sonríe. Él toma su mano. Ella lo acaricia. Él acerca su boca, una vez más. Ella cierra los ojos.

La magia empieza.

Viste?

¿Viste cuando ya son las 4 de la mañana y no te podés dormir? ¿Viste cuando la cabeza va de acá para allá pensando y sacando conclusiones que en minutos nada más quedan obsoletas y estúpidas ante nuevas reflexiones y consideraciones? ¿Viste esas noches en que solo se escucha el ruido a madera crujiendo de la cama en la que no parás de dar vueltas? ¿Viste cuando sentís que los últimos días fueron como entrar a un lavarropas gigante, que aún no para de revolearte de arriba a abajo? ¿Viste cuando no sabés si sí o si no? ¿Viste cuando no sabés qué decir o qué guardar? ¿Viste cuando a veces te parece que, pero después nada que ver? ¿Viste cuando no sabés si quedarte con lo seguro o jugarte a lo desconocido? ¿Viste?

Así me siento yo.